Petrarquismo latino en España, I

Abstract

El humanismo, en la formulación que le dan los últimos gigantes del cuatrocientos italiano, se afinca en España a fines del siglo XV con Antonio de Lebrija. Este humanismo, como una moda más o menos obligada, se extiende por la Península y los alumnos o seguidores de Nebrija aparecen y se multiplican hasta en los más recónditos pueblos peninsulares. Después de esta siembra, los studia humanitatis llevan una vida no demasiado brillante en sus áreas principales (gramática, retórica, poesía, historia y filosofía moral), aunque en áreas íntimamente imbricadas con las anteriores, como la filología bíblica o la literatura vernacula, el humanismo español llega a producir hombres de primera fila. Un libro reciente de Luis Gil, esplendido en muchos conceptos, nos hadado el panorama de los logros y el fondo social sobre el que trabaja el humanista.